Según información proporcionada por medios israelíes, el pasado 27 de julio, poco antes de la oración tradicional del viernes, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, advirtió a los más altos cargos militares de su país que ésa era "la última reunión militar antes de la guerra".
“Nos encontraremos en guerra en las próximas semanas”, afirmó en la reunión según el portal Debka, quien asegura haber recibido la noticia desde fuentes de inteligencia israelíes.
Irán ya ha levantado importantes construcciones para proteger sus instalaciones nucleares contra el arma más potente que posee contra ellas los EE.UU., las bombas antibúnker de muchas toneladas de peso, que coincidentemente fueron presentadas en sociedad el mismo 27 de julio, y que son capaces de penetrar casi 20 metros dentro de la tierra.
Los misiles de mediano alcance iraníes Shahab-3, ya están preparados para lanzar golpes contra Israel, Arabia Saudita y las instalaciones militares de EE.UU. en la zona del golfo Pérsico, mientras unos 125.000 soldados norteamericanos, decenas de buques de guerra y varios portaaviones están apostados en las cercanías de Irán, en el contexto de tensiones cada día más crecientes con Occidente agravadas por duras sanciones económicas aplicadas contra el país persa, el conflicto sirio ( un aliado iraní ) y una amenaza permanente - hasta ahora nó cumplida - de Irán de cerrar la vital arteria de abastecimiento mundial de petróleo que es el estrecho de Ormuz.
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