Un programador estadounidense subcontrató a un desarrollador chino para que haga su trabajo por una quinta parte de lo que le pagaban sus empleadores de Verizon ( que permiten desde hace años a sus empleados trabajar en forma remota ), y así se podía pasar el día entero viendo videos, chateando o hciendo compras en línea.
Cada nuevo proyecto que llegaba a su departamento, lo redirigía a su contratista del noreste de China, en la región de Shenyang, a través de una conexión privada VPN.
El engaño salió a la luz cuando alguien de la empresa notó muchas conexiones a la red que procedían de Asia y, creyendo que se trataba de un software malicioso o de un intento de espionaje, se puso a investigar profundamente el historial de navegación web.
Esto lo llevó hasta el hombre en cuestión, llamado "Bob" ( su apellido no fue dado a conocer pues se intenta todavía descubrir a sus contratistas chinos ), que tiene alrededor de 40 años y ofertaba sus servicios a otras empresas de manera similar, siempre subcontratando sus proyectos con los chinos y ganando cientos de miles de dólares en la intermediación.
Bob estaba conceptuado como el mejor desarrollador del edificio, con códigos limpios, bien escritos y presentados de manera oportuna.
FUENTE: THE INQUIRER / VERIZON SECURITY BLOG
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